Carta de una madre a un hijo o hija en vacaciones.
Querido hijo, querida hija: Como dice la canción de Alejandro Sanz “ Con el corazón partío”, así es como nos quedamos las madres cuando nos tenemos que ir a trabajar fuera de casa, estos días de vacaciones de Navidad. Nos encantaría quedarnos con vosotros, tengáis dos o dieciséis años, para compartir muchos momentos del día y no sólo unos cuantos. Pero nos tenemos que ir a trabajar. Tal vez por falta de tiempo o por las prisas, no te lo haya dicho, pero la verdad es que en estas fiestas te añoro mucho. A las madres habría que darles vacaciones cuando los hijos tenéis vacaciones: Quince días en Navidad, otros quince en Pascua y dos meses en verano para compartir con vosotros esos comienzos: Siempre empezáis una etapa nueva y queremos estar ahí para no perdérnoslas. De pequeños… porque todo es nuevo. De más mayorcitos…vuestros juegos y primeros ratitos de estudio. Ahora más mayores…vuestras ilusiones, primeras vivencias, vuestras pausas tras estudiar un rato, después de un partido tomándonos una coca-cola juntos … Y sabemos que todo lo vivís más intensamente durante las vacaciones, porque tenéis más tiempo para saborearlo. Durante mi ausencia, sé que vas a estar bien supervisado por los abuelos, la tía o la cuidadora, pero quiero que sepas que una parte de mí no se va, se queda aquí contigo en casa, ayudándote si tienes dificultades.
Espero y deseo que me cuentes, cuando regrese de trabajar, lo más importante que te haya ocurrido durante el día: si te lo has pasado bien con ese o aquel amigo, si te has malhumorado por algo o si te ha llamado alguien. Igual te ha costado hacer un trabajo del cole… O te hayas preparado un almuerzo nuevo o incluso te hayas encontrado a alguien cuando has salido a la calle. Yo te contaré lo mucho que me he acordado de ti fuera de casa y te propondré algunas cosas para el día siguiente si voy también a trabajar, para que no me eches mucho de menos. Te diré que “te quiero” y que te necesito cerca de mí estos días, aunque sea en un largo abrazo al final del día, ya que no hay tanta prisa en acostarse, puesto que estás de vacaciones. Cuando no me toque trabajar, recuperaremos el tiempo perdido compartiendo muchos y distintos momentos. Y lo dicho: que en estos días tengo el corazón “partío” y que tú y papá sois mis auténticos amores.
Un abrazo muy fuerte:
Mamá.
M. Carmen Beneyto (Publicado en el Buscapiés, periódico juvenil, en el año 2011)